Breve introducción técnica para los más legos en la materia
La cámara fotográfica, tradicional, analógica o digital, tanto la más sencilla cámara estenopeica (una simple caja con pequeño agujero, sin objetivo y película fotográfica en su interior que se opera destapando y tapando manualmente el agujero por el que pasa la luz) como la más compleja y actual cámara digital funcionan en lo básico de la misma forma.
El proceso de la captación de las imágenes es análogo al que se da al llenar de agua un recipiente desde un grifo. En el grifo hay tres factores a considerar: el tiempo en el que el grifo está abierto, el diámetro de la apertura del grifo y el tamaño del recipiente a llenar. A igualdad de los otros dos factores la variación de uno cualquiera de ellos produce una variación en los otros, pues si, por ejemplo, reducimos el tiempo de apertura del grifo necesitaremos un diámetro mayor para conseguir llenar el recipiente, y si usamos un recipiente mayor necesitaremos tener el grifo abierto más tiempo, un mayor diámetro de apertura o una combinación de ambas variables. En fotografía las variables esenciales del proceso son también el tiempo, que se expresa habitualmente en fracciones de segundo de las que se elimina el numerador (así leemos que una foto se tomó a 125 ó a 250 de velocidad, lo que se refiere a 1/215 ó 1/250 de segundo) aunque puede llegar a minutos u horas incluso, la apertura (del diafragma, como se llama el equivalente de la llave del grifo, en el caso de la fotografía y que se expresa numéricamente en una serie en la que cada a mayor número menor diámetro del diafragma. Así leemos que una foto se tomó a f4 ó a f5.6) y la sensibilidad de la película o del captor (el equivalente del tamaño del recipiente que se quiere llenar, y que se expresa con cifras precedidas actualmente de la sigla ISO, así leemos que la foto se tomó a 100 ISO o a 1600 ISO, siendo el número mayor el que indica que se necesitará menos luz para captar la imagen, aunque a costa de menos calidad, llamada resolución en fotografía, al igual que un vaso de 10 cc nos dará menos agua que uno de 250 cc).
Dentro de ciertos márgenes, como también sucede con el grifo, el resultado en fotografía será, a efectos prácticos, indistinguible aunque se varíen los factores de la toma, esto es, que una foto de un motivo estático tomada a ISO 100, f5.6 y v250 no se distinguirá de otra tomada a ISO 200, f5.6 y v500, igual que el agua de un vaso será la misma en cantidad tanto si se llenó en diez segundos con el grifo a mitad de su apertura que en cinco segundos a plena apertura. Pero, igual que sucede con el grifo, superados esos ciertos márgenes, en fotografía el resultado deja de ser equivalente, por ejemplo si fotografío un tren que circula a 200 km/hora a una velocidad v15 la foto saldrá borrosa,“movida”, mientras que si lo fotografío a una velocidad v4000 aparecerá nítido en la foto. Si, por ejemplo, trato de llenar un recipiente muy pequeño, digamos un dedal, con un grifo de gran caudal a plena apertura el agua desbordará enseguida el recipiente y no llegará siquiera a llenarse si no disminuyo el caudal.
En el caso de la fotografía, junto a estos tres factores esenciales, hay otros muchos adicionales que también influyen en el resultado, tanto en las fases de la toma, como en las del procesado o en las de visualización de la imagen resultante. Estos otros factores son de índole muy diversa, pueden ser tanto del equipo utilizado (cámaras, objetivos, filtros, trípodes, películas, químicos, ordenadores, programas informáticos, soportes de la visualización, etc.) como de la habilidad, conocimientos y capacidades de quien hace, procesa o ve la foto.
No me detendré en más cuestiones técnicas pues con lo expuesto hasta ahora es suficiente para proseguir la lectura y si fuera necesario ampliaré los aspectos específicos que se precisen. Remito a quien desee profundizar más en ellas a cualquier buen manual de fotografía o a alguno de los múltiples recursos disponibles en Internet.