Fotografía y valor
¿Qué vale una foto?. Esta pregunta, muy distinta de ¿cuánto cuesta una foto?, porque recordando el ‘Proverbios y Cantares’ de Machado ‘todo necio confunde valor y precio’, anticipada también por Quevedo.
Tradicionalmente se suele distinguir entre ‘valor de uso’ y ‘valor de cambio’, entre la utilidad que algo tiene y su equivalencia en el mercado con otras cosas que se compran y venden. También en las fotografías están presentes ambos, pero igualmente, como en cualesquiera otras producciones, otro que denomino ‘valor de producción’, aludiendo con ello al que tiene para quien hace la foto, para quien produce cualquier cosa, el mismo acto de producirla, independientemente del que su uso suponga para otros o del que se le adjudique en el mercado.
Hay una relación inversamente proporcional entre el valor de producción y el valor de cambio, pues cuanto más atienda quien produce a lo que el mercado valorará su obra menos placer, menos pasarlo bien de veras tendrá, pues la mera pre-ocupación por el futuro de lo que esté haciendo más le distraerá de la mera ocupación en ello. Dicho de otra forma, el dinero mata el placer. Algo similar pasa si se atiende al valor de uso en el momento de la producción, si pienso en la utilidad que tendrá para otros mi foto mientras estoy haciéndola ya no estoy en lo que estoy.
Cuando se siente que hacer lo que se está haciendo, fotos en nuestro caso, le aburre a uno, no lo pasa de veras bien, simplemente se está entreteniendo, matando el tiempo, como suele decirse, a falta de mejor cosa que hacer, entonces ahí ya vemos que el valor de producción está ausente.
Si por el contrario se siente la dicha de hacer la foto es posible, solo posible, que ella misma sea capaz de servir para algo a los demás, de tener un valor de uso. Para lo que sirva a otros, como valor de uso, eso ya no se nos alcanza, simplemente se da o no se da, y ya está.